Cada año atrae a un millón y medio de turistas y es unos de los símbolos de Escocia y la pseudociencia llamada criptozoología. El monstruo del lago Ness es uno de los mitos más famosos de la humanidad.

Aunque no hay ninguna evidencia científica, avistamientos de extrañas siluetas, sombras en las oscuras aguas del loch o misteriosas ondas sobre la superficie del lago glacial han despertado desde hace décadas los rumores de la existencia de algo en la zona.

Si bien hay numerosas teorías acerca de lo que en realidad se ha tomado como un monstruo, una de las más recientes es casi tan descabellada como la propia existencia del animal prehistórico.

Tal y como recoge el Mirror, la teoría la ha lanzado un biólogo marino llamado Michael Sweet, que asegura que lo que generó la leyenda bien pudo ser... el pene de una ballena.

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Sweet cree que el largo cuello de los monstruos marinos reportado por los primeros exploradores podría haber sido el pene sobresaliente de una ballena macho que buscaba aparearse.

"En su día, viajeros y exploradores dibujaban lo que veían. De aquí es de donde provienen muchas historias de monstruos marinos, es decir,  apéndices con tentáculos y alienígenas que emergen del agua, lo que da fe de que algo más siniestro acecha debajo... sin embargo, en muchos casos, solo se trataba de penes de ballena", dice Sweet.

"Las ballenas a menudo se aparean en grupos, así que mientras un macho está ocupado con la hembra, el otro macho simplemente saca su pene del agua mientras nada esperando su turno", explica el biólogo.

"Una ballena hembra generalmente se empareja con un compañero principal (macho) y un grupo de machos intentará luchar por su derecho a derrocar al semental y ganar derechos de apareamiento. Una manada de competencia puede tener solo un puñado de ballenas o un grupo más grande de 12-15", concluyó.